miércoles, 2 de julio de 2008

It´s a town full of losers and I´m pulling out of here to win


Thunder road. Born to run, 1975; Bruce Springsteen.

The screen door slams, Mary's dress sways
Like a vision she dances across the porch
As the radio plays
Roy Orbison singing for the lonely
Hey that's me and I want you only
Don't turn me home again, I just can't face myself alone again
Don't run back inside, darling you know just what I'm here for
So you're scared and you're thinking
That maybe we ain't that young anymore
Show a little faith, there's magic in the night
You ain't a beauty, but hey you're alright
Oh and that's alright with me
[...]


Este es el himno de los perdedores que no se resignan a seguir perdiendo, a los amores platónicos de instituto y al miedo al futuro en la adolescencia. Suena a motor en marcha, huele a hamburguesas con batido de chocolate y se pega como si fuera la gomina del tupé del protagonista. A pesar de referirse a un contexto determinado en un lugar concreto, se encuentran fragmentos equiparables al camino a la madurez de casi cualquiera. Eso es lo que hace que cada vez que la vuelvo a escuchar, siga produciendo en mí unas sensaciones que ninguna otra canción ha logrado. Es sin duda, la canción que elegiría escuchar si solo me quedara una.